Imaginad que queréis adelgazar. Habéis probado de hacer mil y una dietas pero ninguna da resultado. Os parece que sois mujeres yo-yo, por un tiempo conseguís controlar la comida pero luego os gusta tanto comer que acabáis perdiendo el control. Entonces se os ocurre lo que os parece la mejor idea. A partir de ahora, cada vez que comáis más de la cuenta, iréis al lavabo y sacaréis todo lo ingerido a través del vómito. Al principio, os cuesta mucho vomitar, no es tan fácil de cómo imaginabais. Pero lo lográis. No os acaba de gustar la sensación en el momento del vómito pero os encanta la sensación de descanso al imaginar que todo lo que habías ingerido ya no os va engordar. Pensáis que habéis descubierto el mejor invento para conservar la línea o adelgazaros. Encima, cada vez que practicáis el comer y vomitar desaparece esa sensación inicial de posible asco por el vómito, por el contrario, empezáis a sentir un placer enorme. En este momento ya sois presas del trastorno del vomiting (bulimia nerviosa). Comer y vomitar es un placer perverso del cual ya no consigues renunciar, y como me contáis: “Es un invento maravilloso, demasiado bueno para dejarlo de hacer”. (me referiré especialmente a mujeres porque la mayoría de pacientes que acuden a la consulta lo son).
He querido poner este ejemplo para que os pudierais poner un poco en la piel de una persona que padece vomiting o bulimia nerviosa. Como habéis podido observar al inicio el vómito se usa como una solución para reparar los “daños” de ingerir comida. Y en poco tiempo, el comer para vomitar acaba transformándose en un verdadero ritual compulsivo basado en el placer. Y es que ya lo demostró Laborit, premio Nobel de biología, que cualquier tipo de comportamiento repetido un cierto número de veces, puede asumir una connotación de placer intenso.
¿Qué es la bulimia nerviosa, vomiting o anorexia nerviosa compulsiva / purgativa?
En la nosografía clásica se llama anorexia nerviosa purgativa o bien bulimia nerviosa cuando se refiere a las personas que vomitan. Después de muchos años solucionando está problemática se ha demostrado que el comer y vomitar sigue una estructura de funcionamiento peculiar diferente a esos trastornos alimentarios. Y como su funcionamiento es distinto, las técnicas y maniobras de intervención para su resolución también lo son. Hecho que ha provocado que desde la Terapia Breve Estratégica llamemos a esta patología: Vomiting. La contemplamos como una categoría distinta a la anorexia y a la bulimia porque las soluciones para erradicar el problema son totalmente diferentes a las otras dos patologías.
Se trata de una especie de impulso en el cual la persona se siente impotente. Siente que es una cosa que no debería de hacer, que esta prohibida pero esa misma prohibición acaba convirtiéndolo en más deseoso.
¿Cuáles son las fases del trastorno?
Si analizamos la estructura del trastorno veremos que este empieza por una fase de excitación en la cual se anticipa mentalmente lo que se querrá comer, el atracón. Luego viene la fase de consumación, donde como la palabra bien indica se consumen grandes y excesivas cantidades de comida hasta sentirse llenos. La última fase de la descarga: es donde se libera, el vomito. Si os fijáis bien, esta secuencia es la misma que se sigue en un acto sexual. Eso nos muestra que el comer y vomitar es ciertamente como un ritual erótico. Durante la terapia hablamos con los pacientes de la percepción placentera que caracteriza la compulsión y usamos la analogía del “ amante secreto”, que siempre está disponible y accesible. Y a través de un lenguaje evocativo, donde capturamos a la paciente. Ésta acaba sintiendo que por primer vez está enfrente un psicólogo distinto a todos los demás, un realmente conocedor del problema.
Tipos de vomitadoras:
Primero tendríamos que distinguir si el vomiting tiene una base inicial anoréxica, es decir, de restricción alimentaria, o más bien bulímica que serían las personas que se descontrolan comiendo porque les produce placer.
- Si es una base anoréxica: la paciente antes de construir el problema ya solía conseguir un excesivo control restrictivo de los alimentos y presentaba muy pocos descontroles (aunque ellas perciban que son atracones no lo son), sienten miedo de la comida porque les puede hacer engordar. No disfrutan comiendo porque sufren. Suelen ya comer de forma restrictiva en la mayoría de las comidas y vomitan todo tipo de ingesta aunque sean pocas cantidades. Su intención es seguir adelgazando o no engordar y les cuesta retener la comida en el estómago.
- Si es una base bulímica: la persona empieza a usar el vómito para compensar sus atracones. En esta tipología claramente hay ingestas de grandes cantidades previas a la descarga. Lo suelen hacer básicamente por dos tipos de motivos: por no engordar o bien para poder seguir comiendo. A estas personas les encanta o necesitan por su estado emocional comer.
Otra tipología que los psicólogos estratégicos tenemos presente es la siguiente:
- La vomitadora transgresora arrepentida: reconocen el ritual placentero y la analogía con el “amante secreto y perfecto” y desean liberarse de él.
- La vomitadora transgresora satisfecha: se da cuando el comer y vomitar es tan placentero que no consiguen renunciar a ello. A menudo vienen a terapia obligadas por los familiares, por la invalidez del trastorno o por la significativa disminución de peso.
¿Qué consecuencias produce la bulimia nerviosa o vomiting?
Algunos de las consecuencias son las siguientes:
- Ansiedad.
- Obsesión con la comida y la imagen corporal.
- Compulsiones: pesarse, tratamiento de belleza, etc.
- Depresión.
- Estado de ánimo inestable
- Irritabilidad
- Pérdida de peso excesiva
- Inestabilidad en el peso.
- Autolesiones
- Las relaciones familiares y de pareja suelen ser conflictivas.
- Desmotivación y fatiga: Estas pacientes suelen ser muy perfeccionistas y con frecuencia tienen un alto nivel en los estudios y en el campo profesional, pero la motivación y la falta de energía puede verse afectada. Más incrementa la enfermedad y más secuelas se da en el ámbito académico, laboral y social.
- Aislamiento social para poder tener cita con “el amante secreto”.
- Daños serios en la salud física derivados de provocarse el vómito: en dientes y boca, dermatológicos, problemas gastrointestinales, intolerancias alimentarias, diabetes, problemas cardíacos, etc. Es decir, un deterioro de la salud en general que acabará afectando a todos los aspectos de su vida.
IMPORTANTE: Consúltanos si quieres saber si tu familiar o amiga sufre de esta enfermedad y poder detectarla así como conocer el tratamiento innovador que realizamos para tratar la bulimia nerviosa
Júlia Pascual. Psicoterapeuta Oficial del Centro de Terapia Breve Estratégica de Arezzo dirigido por el psicólogo Giorgio Nardone.